Muchos pacientes preguntan si los empastes de amalgama (los metálicos) son perjudiciales para la salud. Aunque prácticamente no uso la amalgama para mis pacientes estoy de acuerdo con las Asociaciones Dentales Internacionales en que la amalgama es un producto seguro que de hecho sigue siendo aprobado para el uso dental, y tengo el convencimiento de que no supone un peligro para la salud de la gente. Ningún estudio científico ha demostrado de forma rigurosa que la amalgama libera mercurio en cantidades tóxicas para el organismo humano, la mayoría de los casos publicados son anecdóticos y no son basados en datos científicos.
La mala fama que tiene hoy en día la amalgama se debe sobre todo a los medios de comunicación que han propagado esta idea sin un fundamento científico (como suele pasar a menudo en muchas cuestiones relacionadas con la salud). Por este motivo mucha gente acude para cambiarlas. Si luego se encuentran mejor o no, puede ser una simple cuestión sicológica.
En nuestra clínica no usamos la amalgama sobre todo por su falta de estética y porque su inflexibilidad y su dureza muy diferente a la del diente hace que actúe a modo de cuña fisurando los dientes y generando sensibilidad. En general la amalgama se reemplaza por el composite blanco o por una corona - cuando la extensión del empaste es mayor.