Blanqueamiento dental

Existen hoy varias técnicas para el blanqueamiento de los dientes. Después de haberlas empleado todas incluidas las que emplean luz (UVA, láser) para acelerar el proceso, hemos llegado a la conclusión de que la técnica que empleamos en nuestra clínica es la que proporciona los mejores resultados. Aunque la técnica del láser es más rápida, no consigue blanquear más los dientes. En cambio, tiene efectos secundarios importantes como la temida sensibilidad post-operatoria que nosotros hemos eliminado completamente.

Explicamos a continuación la técnica de blanqueamiento empleada en la Clínica Omega.
En primer lugar, la dentista explora cuidadosamente su boca, para diagnosticar cualquier problema: caries, desgastes, fisuras en los dientes, y para detectar tratamientos defectuosos. Siempre realizamos una limpieza de boca antes de proceder al blanqueamiento.
El siguiente paso es la toma de impresiones para reproducir sus dientes en un modelo de escayola.



Sobre este modelo, se van a confeccionar unas finas cubetas transparentes que se adaptan perfectamente a los dientes que se van a blanquear. El secreto para un buen resultado consiste en la correcta realización de las cubetas.



Una vez hechas las cubetas, se realiza la sesión de blanqueamiento en la clínica. En esta fase controlada por la dentista, al paciente se le aplican las cubetas con un gel blanqueador concentrado, previa protección de la encía (lo cual es imprescindible para evitar lastimar los tejidos blandos y el consiguiente dolor). La aplicación se realiza durante alrededor de 30 minutos tras los cuales ya puede apreciar en función del color inicial de sus dientes, el efecto blanqueador.

A continuación se entrega un kit que contiene jeringas con un gel blanqueador menos concentrado que puedes aplicarte sin problemas en casa, junto con las instrucciones de empleo necesarias. Unos días de tratamiento (un par de horas diarias mientras lees una revista, ves la televisión o durante la noche) y conseguirás unos resultados espectaculares. Y además sin ningún tipo de sensibilidad.





Nuestra técnica emplea más tiempo pero consigue resultados excelentes más duraderos y sin efectos secundarios. Puedes guardar las cubetas y repetir el tratamiento en casa cuando quieras (el coste va a ser menor). De esta manera la técnica te permite mantener los dientes blancos a largo plazo. Evidentemente, el resultado es más o menos estable en función del consumo de alimentos que tiñen los dientes - café, té, o del tabaco.

Antes:


Después: