¿Miedo a las agujas?

El piercing en la lengua o en los labios es un adorno bastante frecuente hoy en día entre los jóvenes que visitan la consulta dental. La moda vence cualquier cosa incluso el miedo a la penetración de los tejidos blandos orales por cuerpos punzantes de diámetro considerable (piercing).






Curiosamente, muchos de estos jóvenes siguen quejándose del miedo a las agujas o al pinchazo (anestesia dental) y visitan el dentista solamente en situaciones de urgencia.

Es importante señalar que muchas veces estas urgencias son debidas al mismo piercing. Con bastante frecuencia hemos visto daños importantes causados por el golpeteo constante de la bola del piercing lingual o labial contra los dientes. Es frecuente la pérdida de hueso y de encía alrededor de las raíces de los dientes (sobre todo los de abajo y de delante o antero-inferiores). En esta imagen se puede ver como la raíz de un incisivo inferior ha quedado prácticamente descubierta provocando inflamación y dolor además de un daño difícilmente reparable.





Por tanto advertimos que los piercing provocan daños permanentes que pueden llevar incluso a la pérdida prematura de uno o varios dientes.