La succión del dedo puede afectar la dentadura de tu niño
provocando lo que se llama una "mordida abierta" es decir los dientes
anteriores no contactan entre sí quedando un espacio abierto en el que descansa la lengua que es
empujada al tragar.
Todos los bebés empujan la lengua al tragar con un movimiento llamado "patrón infantil de
deglución" necesario para proporcionar
el sellado de los labios. La transición a la forma de tragar adulta
comienza normalmnte cuando la mayoría de los dientes de leche han erupcionado
(aproximadamente a la edad de 4 años). La lengua deja de ser empujada al tragar, su
punta contacta con el paladar justo por detrás de los incisivos, mientras los dientes contactan y en este
caso son ellos los que soportan los labios
durante la deglución. Prueba tragar y
comprueba dónde colocas la punta de la lengua.
Se cree que la mayoría de las mordidas abiertas se deben al
fallo en la transición de la deglución infantil a la deglución adulta, la lengua permaneciendo entre los dientes y
bloqueando su erupción. La succión del dedo puede tener el mismo
efecto. Si se convierte en un hábito
durante mucho tiempo es muy probable que intefiera con la erupción correcta de
los dientes. Incluso cuando se corrige el hábito, si la posición de la lengua
no se corrige es suficiente para que los
dientes frontales no se desarrollen correctamente.
Cierre de una mordida abierta
El primer paso es llevar al niño al dentista para una
evaluación completa y para diagnosticar la causa de la mala oclusión. La mordida abierta puede ser causada también
por otros factores como los esqueléticos que incluyen un crecimiento demasiado
vertical de los maxilares, en este caso el tratamiento puede ser difícil.
Tratamiento: cuando la mordida abierta se debe a la succión del
dedo, en la mayoría de los casos se puede tratar con exito con la ortodoncia.
Es muy importante corregir lo antes posible los hábitos. Si no se corrigen, la
ortodoncia puede no tener éxito y la mordida abierta recidiva.