Fernando llevaba años dando vueltas, si ir al dentista, si no ir... Los dentistas no somos los preferidos de la gente, así que se ve que a uno le cuesta decidirse. Sin embargo, tenía la boca cada vez peor, con muchas caries, infecciones, dolor, mal aliento, las encías le sangraban etc. De modo que un día ya no pudo más y nos hizo la primera visita.
Su tratamiento ha requerido varias citas, pero ha merecido la pena. Cada día estaba más y más contento. Nos contaba como después del tratamiento de las encías, éstas ya no le sangraban, ya no tenía mal aliento. El tratamiento consistió en limpiar todas las caries, hacer las endodoncias necesarias y reconstrucciones y colocar coronas fijas para reponer los dientes ausentes mejorando a la vez su aspecto. Poco a poco hemos logrado ofrecerle algo que nunca había tenido pero siempre había deseado: una sonrisa bonita, natural y una boca sana. Ahora le encanta sonreir. Se cuida tal como le hemos enseñado y hasta el afeitado le sale mejor! Solo lamenta no haber venido antes.